De Tahrir a Nuit Debout, la resaca de las plazas (1)
Resaca:1. Movimiento de las olas del mar al retirarse de la orilla, en especial cuando tiene fuerza.2. Limo u otros residuos que quedan en la orilla del mar o de los ríos después de una crecida de agua. 3. Malestar que se siente al despertar al día siguiente de haber bebido alcohol o haber tomado algún tipo de narcótico.4. Período de adaptación a la normalidad después de un acontecimiento o situación especiales.
Se cumplen ahora cinco años. El 15 de
octubre de 2011 se convocó una exitosa jornada de acción global. En más de mil
ciudades de 90 países se produjeron movilizaciones de distinto tipo convocadas
por estructuras recién creadas como Democracia Real Ya o el 15M. Fue un momento
para celebrar juntos en la calle la reapertura del juego de la historia que
trajeron las plazas, fue un momento para volver a conjurar la energía.
En Nueva York, un viejito saluda el
paso de la gran manifestación de Occupy Wall Street, entonces en pleno apogeo,
con una hermosa pancarta que dice: “Welcome to the new paradigm”
(Bienvenidos al nuevo paradigma). Un paradigma que consiste en el deseo y la
práctica de una política accesible a cualquiera, no troceada ni instrumentalizada
por los partidos políticos y que busca reapropiarse de la posibilidad de
hacerse cargo en común de los asuntos comunes.
Lo que no dijo nadie es que el camino
sería fácil, ni rápido, ni en línea recta, ni por acumulación de victorias, ni
que se conseguirían todos los logros a través de un único golpe decisivo. Más
bien es lo contrario: la búsqueda y la invención de nuevas formas de la
política de emancipación será un proceso largo, difícil, tortuoso, plagado de
incertidumbres y contragolpes del poder establecido. Con seguridad fue siempre
así, pero quizá nunca había sido tan fuerte como hoy la pregnancia social de
una concepción hollywoodiana del tiempo: acción-clímax-desenlace. Es preciso
inventar nuestra propia temporalidad, con sus mareas altas y bajas como todo lo
que vive.
Posiblemente por algún tiempo no
sepamos bien cómo continuar, pero hay siembra. Las huellas que han dejado los
movimientos de las plazas son semillas que necesitan cuidado y acompañamiento
para brotar y dar frutos. Impaciencia, incomprensión y negligencia son aquí los
grandes enemigos. La mejor de las brújulas que nos podemos dar la encontraremos
en el estudio de nuestras propias experiencias: qué se intentó, qué funcionó y
qué no, cuáles fueron los problemas y los obstáculos que encontramos, cómo
respondieron los poderes, etc.
Es la propuesta de este dossier:
escuchar voces que reflexionan desde el interior mismo de los acontecimientos,
indagar en “las vidas posteriores” de las plazas y en sus potencias para el
futuro, aprender de las experiencias, tanto positivas como negativas, elaborar
un recuerdo activo y no melancólico de lo que hemos vivido desde 2011.
“El reflujo de aquella ola, rechazado
por la resistencia de los objetos envestidos, dará materia a la próxima ola,
cuando, llegado el tiempo, vuelva la marea” (T. E. Lawrence)
LAS PREGUNTAS
El trabajo de elaboración del
cuestionario y de recogida de las respuestas es fruto de una colaboración entre Alexia y
la revista Social Movement Studies por medio de Cristina Flesher Fominaya. A Cristina, que se
mueve entre la academia y el activismo, nos ha vinculado el deseo común de
afirmar las plazas como nuevo punto de partida para repensar lo político y la
curiosidad por conocer mejor sus “vidas posteriores” de la voz misma de quienes
las habitaron.
Se pensó un mismo cuestionario para
todas las realidades, aunque fuesen tan manifiestamente diferentes, para
favorecer un posible “diálogo entre plazas”. Los entrevistados respondieron
como quisieron: a veces en un solo bloque a todas las preguntas, a veces a unas
preguntas sí y otras no según la pertinencia de cada una para su contexto, a
veces a dúo o en grupo.
La invitación fue, no tanto a ofrecer
un retrato completo y acabado de lo acontecido, sino más bien a elaborar un
relato personal pero entrelazado, situado pero con perspectiva. No están todas
las voces de las plazas que hubiésemos querido, aunque hay alguna más aún por
llegar. En el caso de Turquía y Brasil hemos pedidos sendas posdatas para
actualizar los testimonios en el contexto de los dos “golpes de Estado”.
Queremos dar muchísimas gracias por
su ayuda en el proceso a Ana Bigotte Viera, Evgenia Michalopoulou, Irati
Tranche, Ethel Odriozola, Elena Libia, Jihan Hafiz, Isabel Vericat, Ezequiel
Reyes, Guiomar Rovira, Miguel Martínez, María Ruido, Oriana Eliçabe, Carlos
Barragán y Álvaro del Olmo.
Las vidas posteriores de las plazas
¿Sigue vivo, y cómo, el legado de las
plazas?
¿Cuál es la realidad y la vitalidad a
día de hoy del mundo de iniciativas que eclosionaron en las plazas?
Logros, efectos y victorias
¿Cuáles han sido los efectos, los
logros o las victorias (más o menos visibles) de los movimientos de las plazas?
Es decir, ¿qué han conseguido cambiar?
Semillas y gérmenes, ideas-fuerza y
prácticas
¿Cuáles dirías que han sido las
características del movimiento que pueden ser más importantes más fecundas para
el futuro de la política de transformación social?
Una frase famosa que nos dejó el
movimiento egipcio fue “ya sabemos el camino de vuelta a plaza Tahrir”. En ese
sentido, ¿cuáles son las huellas reactivables que han dejado los movimientos?
¿Qué tipo de prácticas y saberes pueden reactivarse en el futuro (aunque ahora
estén congelados)?
Creación cultural
Los movimientos de las plazas fueron
acontecimientos que activaron una creatividad sin límites, acontecimientos que
despertaron por todas partes palabras, de imágenes… ¿Qué efectos ha tenido esta
explosión en el campo cultural, en el campo de la creación y la expresión?
Hay veces que la acción política se
vuelve difícil o imposible (bloqueada por la represión, la criminalización, la
codificación, etc.) y cultura (el campo cultural) se convierte en una
“continuación de la política por otros medios”? ¿Puede haber algo de eso en tu
contexto, cómo lo valoras?
Formas de vida
Las revoluciones, las insurrecciones,
los levantamientos nunca son sólo cambios jurídicos, políticos o
institucionales, sino también conmociones y desplazamientos íntimos, creación
de otras formas de vida… Esta politización nueva que se dio en las plazas,
¿cómo se encarna en las conversaciones, los comportamientos, la intimidad? ¿Qué
cambios ha producido en la sensibilidad, en el sentido común, en los afectos?
La normalización
¿Por medio de qué caminos se ha
tratado de desactivar la potencia de los movimientos y de las nuevas formas de
politización?
¿Se ha producido, en tu contexto, una
contra-revolución autoritaria? ¿Por vías represivas tradicionales o de nuevo
tipo?
¿Cómo se ha introducido de nuevo el
miedo en unas sociedades que se lo habían sacado de encima por un momento?
¿Logra instalarse nuevamente ese miedo o no?
¿Dirías que las vidas han vuelto en
general a la normalidad?
Los problemas
¿Crees que movimientos como los de
las plazas tienen “límites intrínsecos”? ¿Qué se pudo hacer mejor? ¿Qué
problemas no se supieron elaborar?
Las “grandes ausencias” de estos
movimientos (ausencia de jefes, de programa, de estructuras…), ¿han sido
potencias o límites?
¿Cómo pensar el problema de la
permanencia-duración de los movimientos? ¿Es posible inventar, más allá de la
alternativa burocracia/espontaneidad, nuevas herramientas e instrumentos,
nuevas formas de organización u institución, capaces de sostenerlas y prolongarlas?
La representación
¿Cómo ha sido la relación de las
plazas con la política que aspira a representarla o expresarla o traducirla
electoral, institucionalmente (Syriza, Podemos, Bernie Sanders, etc.)?
¿Cuáles crees que han sido, son o
pueden ser las consecuencias o implicaciones de este “asalto a las
instituciones” sobre las políticas de austeridad y los procesos de movilización
política?
Algunos de estos nuevos partidos (por
ejemplo, Podemos en España) se presentan como una opción híbrida de partido/movimiento
y señalan la incorporación de elementos participativos como herramientas
digitales o programas colaborativos. ¿Crees que esta combinación de lógicas en
una misma estructura (partido/movimiento) es posible, deseable?
¿Cómo seguir en “el tiempo de
después”?
En el “tiempo del después”, es decir,
cuando ya no existe la plaza llena, o el movimiento como centro de energía,
¿cómo continuar sin deprimirse, sin nostalgia?
Si pensamos que los movimientos de
las plazas se “cocinaron” en algún sitio (hubo signos precursores, procesos
previos), ¿se estaría preparando ahora la siguiente ola en la normalidad de
este “tiempo del después”?
Entre plazas
¿Qué os sirvió de lo que visteis o
supisteis que ocurría en otras plazas? ¿Qué crees que a otras plazas podría
servirle de la experiencia de la tuya? ¿Tienes algún mensaje para ellas?
[fuente: http://revistaalexia.es/]