Si tocan a una, nos organizamos todas: crónica del 19-o desde Nueva York
por Begonia Santa Cecilia, Susana
Draper y Elia Gran
La
tortura y asesinato de Lucía Pérez en Argentina fue el desencadenante de las
numerosas protestas que se sucedieron el 19 de octubre en el continente
americano: Argentina, México, Uruguay, Chile, Perú, Estados Unidos… En esta
crónica urgente, Begoña, Susana y Elia nos cuentan cómo transcurrió la
jornada en Nueva York, entre lemas, conversaciones, alegría de estar juntas,
rabia y un deseo formulado en voz alta: si las mujeres toman la plaza,
toman el mundo.
Tuvimos suerte, hacía un día
caluroso, como de verano. Un clima excepcional para un 19 de octubre. “Stop
violence against women“, “Ni una menos, Not one
less” entonábamos todas en Washington Square Park, una céntrica plaza
de Nueva York siempre muy concurrida por todo tipo de gente y con un largo
historial de protestas. Llegamos un grupo de unas veinte mujeres al cual
se fue sumando más y más gente. Casi todas vestidas de negro y armadas con
decenas de carteles de colores con eslogan. Éramos de muchos países: Argentina,
Perú, Chile, EE.UU., Colombia, República Dominicana, España, Uruguay, Ecuador,
Grecia, Israel, México, Brasil, etc. Las compañeras peruanas trajeron una
larga tela roja que habían usado ya en acciones similares y la extendimos en el
suelo cerca de mítico arco de la plaza. Allí fuimos dejando los carteles con
los nombres de muchas trans/mujeres asesinadas, y encima de ellos colocamos
nuestros cuerpos. Una por una. Ni una menos. Vivas nos queremos.
“Hay que aliarse y tenemos que juntar
nuestras fuerzas y complicidades. Tenemos que dejar de tener miedo, pero para
ello debemos saber que no estamos solas. No se trata de pensar que el cambio
vaya a ser estructural, sino de hacer una intervención tremenda por saber que
estamos juntas, que confiamos las unas en la otras y podemos hacer algo como
esto”, comentó Jennifer, compañera de República Dominicana.
Nos propusimos hacer visible una
palabra que en los Estados Unidos no se nombra: feminicidio. Sólo se habla de
feminicidio como algo que pasa fuera, en otros países, y más bien
en Latinoamérica, pero en Estados Unidos miles de mujeres también son
maltratadas y asesinadas a manos de hombres.
Fue un momento de diálogo, de
conversar y compartir. Acentos, tonalidades, ideas- preguntas. “¿Esto
es por la chica que mataron en Argentina?”,“¿es por la violencia de género y el
machismo tan fuerte en Latinoamérica?”preguntaban. Respondíamos sí
pero no sólo eso, es por la violencia de género, por los asesinatos de
mujeres y de trans, aquí y allá; es por el brutal aumento de esta violencia que
produce el patriarcado y el capitalismo.
Y también se dijo: “Somos
argentinas que vivimos en Estados Unidos y las expresiones de Trump como ‘grab
them by the pussy’ refiriéndose a una mujer nos parece que forman parte de la
misma violencia sostenida también en Latinoamérica hacia las mujeres, hacia su
cuerpo, hacia su sexualidad. Nos parece interesante poder traerla y poder
lograr que la gente de acá sienta nuestras demandas como mujeres, igual acá y
allá.”
Cantábamos todas:
¿Qué hacemos con el patriarcado?
¡Lo hacemos concha!
What do we do with patriarchy?
We grab it by the pussy!
“En estas acciones hay un mensaje
importante para los hombres: que sean buenos aliados de esta protesta, buenos
aliados de estos reclamos, que detengan a sus compañeros-hombres cuando ellos
estén ejerciendo violencia verbal o física contra las mujeres y que eduquen a
su propia comunidad. Y también hay un mensaje para las mujeres: que no se
queden en silencio y que reclamen lo que les corresponde, es decir una vida
digna sin violencia” ―nos contaban Aines y su amiga mientras llevaban un
cartel que decía “Pussy Grabs Back”.
La violencia de género es una
demostración de poder. Con los actuales candidatos a la
presidencia de Estados Unidos, la impunidad del poder político ejerciendo la
violencia contra la mujer está ahora mismo encima de la mesa. Nos juntamos en
Nueva York, capital simbólica del poder capitalista para decir BASTA.
Pero no sólo nos juntamos en Nueva
York. Hubo miércoles negro en muchas otros puntos del país,
con protestas en Arkansas, Berkeley, Michigan, Kansas, Oregon, San
Francisco, Seattle, Washington DC y Wisconsin, entre otros… Todo se
organizó en menos de 48 horas a través de las redes y muchas protestas fueron
convocadas desde distintas universidades.
La alegría de estar juntas y
compartir la rabia se hizo cuerpo en la plaza, uniendo nuestros acentos en un
grito común. Traspasar las fronteras. Sentimos que la plaza se convertía en
mundo. Habló el deseo: si las mujeres toman la plaza, toman el mundo.
[fuente: http://revistaalexia.es/]