Al millón de votos desaparecidos // Amador Fernández-Savater


¿Dónde se fueron, dónde os fuisteis?
Millón de votos desaparecidos.
Os creíamos disciplinados ilusionados fidelizados esperanzados hegemonizados semiotizados galvanizados catalizados y electrizados
Os teníamos por votantes religiosos devotos fervorosos piadosos, creyentes en el Mesías y su Promesa, en el Relato de la Salvación de los Justos y el Castigo de los Villanos.
Pero nunca se sabe (y esa es la gracia).
¿Dónde se fueron, dónde os fuisteis? Millón de votos desaparecidos.
¿Os quedasteis en la cama, os marchasteis a la playa, se os hizo tarde tal vez? Vaya usted a saber.
Raza de votantes escépticos ateos paganos impíos tácticos calculadores ambiguos oscuros volátiles imprevisibles irrepresentables ilegibles e incodificables.
Con los que nunca se sabe (y esa es la gracia)
¡Oh agujero negro! ¡Oh triángulo de las Bermudas! ¡Oh espacio de anonimato!
Refractario a razones interpretaciones significaciones explicaciones comparaciones hipótesis tesis-antítesis-síntesis estadísticas demoscópicas y colonoscópicas
Del que nunca se sabe del todo (y esa es la gracia)
¡Ya vuelven, ya están aquí, con nuevos sondeos análisis y diálisis! ¡Ya preparan nuevos marcos hechizos encantamientos storytelling mitopoiesis y brujería!
Pero con nosotros nunca se sabe (y esa es la gracia)
No nos queda apenas fe (y mejor así).
Confianza, en todo caso, de la que se da y se recibe, se muestra y se demuestra ENTRE IGUALES.
¿Dónde se fueron, dónde os fuisteis?
Millón de votos desaparecidos.