Entrevista a Marta Malo: “Siempre se cuida en colectivo, pero hay una tendencia privatizadora”
por
Patricia Reguero
Investigadora
situada, coautora del volumen Ensayos
y experiencias entre investigación y militancia (Traficantes
de sueños, 2004), Marta Malo ha reflexionado sobre la crianza en el proyecto de
formación política Nociones Comunes y en su barrio, Vallecas (Madrid), donde
vive con sus dos hijas y hace tribu alrededor de la escuela.
¿De qué se habla cuando se habla
de crianza colectiva?
Yo
diría que siempre se cuida en colectivo, pero hay una tendencia privatizadora
que hace que las otras figuras que cuidan tengan una posición muy vasalla
y que la única figura que tiene la autoridad, el reconocimiento y, en contrapartida,
toda la carga, es la madre y, a veces, el padre. ¿Por qué no reconocer los
vínculos que existen y que están sosteniendo el cuidado? Da miedo porque supone
perder parte del control, pero es la única manera de que la crianza deje de ser
puramente carga y sea más rica, alegre y gozosa. Nuestra generación ha crecido
con una ajenidad y un analfabetismo con respecto a lo que supone criar, cuidar,
que en muchos casos genera crianzas muy neuróticas, de puro miedo, inseguridad
y falta de referentes y herramientas, y sólo el diálogo y la conexión con
otros, mano a mano, nos puede librar de eso.
¿Qué cambia cuando cuidas?
Dar
los cuidados en el nivel de intensidad que los primeros años de la crianza u
otras fases de la vida requieren te hace requeridora a tu vez de cuidados y eso
intensifica y visibiliza las redes de interdependencias en las que vivimos.
Saca a la luz que, en realidad, las fases de la vida en las que podemos vivir
de manera totalmente individualizada, tal y como está organizada la sociedad,
son pocas. Son más abundantes las fases de vulnerabilidad, donde necesitamos
insoslayablemente cooperar con otros. Me parece que no habría que separar la
crianza de otras fases de la vida que requieren cuidados.
¿Se ha puesto de moda hablar de
tribus?
Creo
que hay una añoranza de lugares donde éramos más. ¿Qué es esto de vivir dos en
una casa? Me parece claustrofóbico. Lo que da otras prácticas de crianza es que
descarna más los problemas que tiene la organización social de los cuidados,
porque hay más fragilidad, más exposición, no hay una estructura garantizada.
¿Qué pasa fuera de los “modelos”
tradicionales?
Cuando
no estás en los modelos más normativos hay mucha intemperie, la familia te la
inventas con lo que te vas encontrando, todo el rato. Pero ese criar en las
afueras habilita la activación de cuidados fuera del lazo de sangre y nos hace
descubrir una generosidad de los vínculos, del cuidado que se da porque sí, que
da mucha confianza en el futuro y quita muchos miedos.
(Fuente: https://www.diagonalperiodico.net)