Se creyó empoderada // Diego Valeriano
Ahora Florencia sigue todos los
grupos de empoderados en Facebook, se nutre de ahí y organiza su sábado. Aunque
a decir verdad el otoño limpio las plazas y eso la entristece. Vive en Don
Bosco, es cooperativista de la muni de Almirante Brown y refuerza el fin de mes
con ventas de lo que sea los sábados y
domingos. Su mayor éxito fue cuando Violetta toco gratis en Palermo. Hizo 10
lucas pintándoles la cara a las nenas. Toda la familia pintaba, hasta Esteban
que es albañil y sus dedos gordos apenas le permiten agarrar el pincelito.
Mariposas, globos y nubes dibujaban en la cara de nenas manija. Su mayor
fracaso comercial fue en el carnaval del 2012, empezó a vender espuma en el
corso del barrio y todo comenzó a salir redondo. Hablaron con el gordo y
decidieron apostar fuerte. Pidieron plata a parientes y conocidos para hacer
una buena compra de espuma. El flete les dejo cientos de pack de seis pomos en
la cocina y la pieza de las nenas. Tendría que haber sido un negocio redondo,
pero la masacre de Once cambio todo y el decreto del duelo nacional suspendió
el carnaval. La espuma no aguanta un año que se te echa a perder.
Se creyó empoderada porque la trataban
bien. El primer sábado de pura cara rota encaro con su tapper para Parque
Sarmiento, llevo bizcochuelo para probar y se vendió todo de toque. El segundo
finde fue en parque Rivadavia, se preparó bien e hizo unos cuantos mangos. Se entusiasmó,
el sol y los arboles le producían alegría y fue sumando a la familia:
bizcochuelo, pebetes, café, poster de Cristina y una prima le dio 5 remeras del
Che pintadas a mano que vendió todas. También compartía mates y charlas, su voz
era escuchada y la gente la miraba con cariño.
Empezó a discutir con Esteban, la
UOCRA no ve bien a los empoderados y él no ve bien que su mujer salga tanto.
Hasta que una vez discutieron fuerte y por suerte el hijo de ella estaba en la
casa para evitar problemas mayores. Las plazas no pensaba dejarlas, era guita y
alguito más. Así que agarro sus tapper y salió para la estación.
Hay veces que las prácticas políticas
son crueles con sus actores principales. Más cuando quienes la llevan adelante
no la comprenden en su totalidad. Florencia no vio (no quiso) que lo que la iba
transformando era el viaje que la cargaba de ideas.
La vuelta de Cristina, el frente
ciudadano, el otoño lluvioso y frio dejaron las plazas vacías, sin poder, ni
discusión, ni ventas. Ya no se encuentra con las chicas que mientras le
compraban, la charlaban del ARSAT, la ley de medios y la unidad
latinoamericana. Por ahí ve las fotos de ellas en el Facebook, la mayoría son
del frente ciudadano de Caballito, les pone “Me gusta” y hasta a veces “Me encanta”