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Mostrando las entradas de enero, 2016

#RevolucionDeLaAlegría

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Macri y el deseo de “normalidad” // Diego Sztulwark

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El último acto contra-cultural a escala de multitudes nacionales ocurrió durante la noche del 19 diciembre de 2001, cuando la gente salió a la calle, sin más articulación simbólica que la que emana de la decisión de poner freno a la barbarie, dejando los televisores encendidos hablándole a las paredes de sus hogares. Ese último rapto contra-cultural, por obvias razones nunca apreciado por los gobiernos posteriores, será –seguramente- revalorizado ahora incluso, por quienes durante estos años identificaron aquel diciembre sin más con el infierno. Ya sin ese tipo de interferencia podemos retomar aquel hilo rojo para ver si tirando de él encontramos las claves para enfrentar esta Cultura oficial que, ahora sin estorbos de ninguna clase, se muestra íntegramente como lo que es: la coordinación gerencial de los aparatos del tecnocapitalismo comunicacional y financiero. Si Macri es la Cultura hoy ¿Estamos ante una mera coordinación gerencial o ante una contra ofensiva política? S

Trapitos // Diego Valeriano

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No se amplía el campo de batalla, siempre estuvo ahí, sólo que ahora gobierna la normalidad careta y entonces todo está más expuesto. El runflerío (inmigrantes paganos, travas, negros, rochas, transas y locos) no deliberan ni gobiernan, ni a través de sus representantes. La restauración los quiere eliminar, pero hay otros que los quieren organizar y explicar. El aparato mediático, más la justicia, más el dolor de una madre lo condenó. Jorge lo durmió de una piña y listo. Ni víctima, ni victimario (categorías obsoletas): a Jorge le re cabió, y perdió, como decían en los ‘70. El problema son los explicadores, los que se arrogan la representatividad de los que eligieron no tener voz. El ministro de seguridad quiere prohibir los trapitos, y está bien, están en guerra. La otra parte de la política busca justificarlos, organizarlos, redimirlos. Esos, esos son peores.

Mercados afectivos: contra la crítica ortiba y el peligro del vicio en el juego // Andrés Fuentes

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1-   La crítica ortiba Las multitudes que juegan en Argentina se explican por mutaciones en las posibilidades de ingresos de los últimos años: bolsillos suculentos bancan la joda. Dinero líquido, porque a los bingos se va con efectivo; ahí no hay tarjeta que valga. Hay miles de estrategias para capitalizarse, pero todas terminan con el mismo final: papeles de colores en las manos. Primera mutación entonces: mayor flujo de guita. Pero hay otro cambio que hay que atender: el derrumbe del ascetismo. No importa gastar plata para jugar. No hay culpa. Apostar en las salas es la caída del último bastión de una cultura del ahorro y canuta para los gastos. Porque se puede gastar en diferentes tipos de consumo, pero jugar… es casi como tirar la plata. Más todavía si las salas están diseminadas por todos los centros urbanos y ya no se limitan a enclaves turísticos. Se potencia la frecuencia del juego; en Argentina son muchos los que juegan, y varias veces (ver: http://www.losutil.blogs

"Tecnología, cuerpo y cultura" // Christian Ferrer

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Diez tesis sobre la extrema derecha // Michael Löwy

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(Traducción: José Gallego para  VIENTO  SUR)   I. Las elecciones europeas han confirmado una tendencia que veníamos observando desde hace algunos años en la mayoría de países del continente: el espectacular crecimiento de la extrema derecha. Se trata de un fenómeno sin precedentes desde los años 30 del siglo XX. En la mayoría de los países este movimiento obtuvo entre el 10 y el 20%, y en tres países -Francia, Inglaterra, Dinamarca-, entre el 25 y el 30% de los votos. Pero su influencia es más vasta que su electorado: contamina con sus ideas a la derecha “clásica” e igualmente a una parte de la izquierda social-liberal. El caso francés es el más grave, el avance del Frente Nacional ha sobrepasado todas las previsiones, incluso las más pesimistas. Tal como decía la web de  Mediapart  en una edición reciente, “El tiempo se acabó”: “Il est minuit moins cinq”. II. Esta extrema derecha es muy diversa, se puede observar toda una gama desde partidos abiertamente neonazis, como el

Para Pablo es ajedrez, pero se trata de una performance // Raúl Sánchez Cedillo

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En casos y circunstancias como el que nos ocupa conviene no amagar con pistas o mcguffins: pase lo pase, habrá elecciones generales en la próxima primavera. Y ya han hablado los simpáticos parroquianos que dirigen la Comisión Europea. Se estaban haciendo esperar. Su papel es relativamente sencillo: solo tienen que preocuparse de recordar que la disputa parlamentaria y la libertad de los electores es solo una  performance  que no debería prolongarse demasiado y que solo puede terminar con una misa de difuntos del cambio sistémico y un aleluya al austericidio de las clases subalternas. Saben perfectamente que unas próximas elecciones son una especie de segunda vuelta del 20D, es decir, algo completamente normal en países como Francia, Portugal, Polonia Austria, Finlandia, Eslovaquia o Eslovenia, por citar solo Estados miembros de la UE. Lo que no les gusta es el reparto de la función y la probabilidad creciente de desenlaces poco favorables para el 1%. Compartimos con la parroqu

Revista Diferencia(s) de Teoría Social Contemporánea, "Lacan y lo social".

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Sobre Plurinacionalidad y Vivir Bien/Buen Vivir..., de Salvador Schavelzon

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Alejandra Santillana Ortiz A lo largo de las últimas décadas, dos movimientos indígenas andinos, el ecuatoriano y el boliviano, plantearon la necesidad de transformar el Estado, denunciando su carácter uni nacional, colonial y oligárquico (Ospina, 2000). Los pueblos y nacionalidades indígenas mostraron el carácter deEstadoseregidossobre un pacto colonial, que a lo largo de todo el periodo republicano levantaron un complejo sistema de dominación y explotación. El Estado colonial fue la forma que adquirió el capitalismo periférico y dependiente en las sociedades andinas como orden y hecho fundante. La conformación de organizaciones indígenas (sindicatos, organizaciones campesinas, confederaciones y federaciones) ha estado alimentada por demandas de reconocimiento, justicia, tierra y territorio (Santillana y Herrera, 2009). Fue hacia la década de los 80 y 90, con la instauración del paquete de programas de ajuste estructural y el intento de las elites nacionales articuladas con el

Irradiados por la araña // Alfonso Crespo

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(Sobre Lo Arácnido Y Otros Textos, de  Fernand Deligny) * La prosa elíptica, aforística -fragmentaria entonces- y desnuda de Deligny recuerda a aquella escritura del desastre que bautizara Blanchot. Aquí esta poética del afuera la inspira un lugar concreto, ahí donde otros verían sin duda un no-lugar, las Cevenas, donde el poeta y etólogo Deligny llevaba más de 15 años conviviendo con niños autistas, conformando una auténtica red de acogida. Después de las escuelas especiales para niños inadaptados, los hospitales psiquiátricos o de los experimentos psicoanalíticos en la clínica La Borde de Oury y Guattari, esta aldea rural y esta compañía de niños múticos y retrasados establecieron el   topos   para una escritura tan errante y reincidente, pero también tan humilde y luminosa, como los trayectos que las idas y venidas de grandes y pequeños dibujaban en el terreno al realizar sus labores cotidianas.   Deligny, que como todo gran pensador destila un humor inclasificable en su