#IrreVersible
por Diego
Valeriano
IrreVersible se
volvió la vida. La mutación en los cuerpos que lleva casi una década, y que fue
exitosamente acompañada por el gobierno, no tiene marcha atrás. Ya nada podrá
ser como lo imaginan. La irrupción de la vida mercantil de los de abajo,
transfiguró para siempre los vínculos sociales, las comprensiones del mundo,
las fiestas, el tránsito y los territorios.
El consumo, como
forma de hacer mundo, vuelve plebeyas las ciudades. Muta, iguala, transforma,
libera de manera irreVersible una energía fundamental de los años por venir.
Las vidas runflas son el motor de la economía real, la que se mezcla con la
oficial, la que sufre la economía política.
El gobierno sigue
apuntando al consumo de manera virtuosa. Lo hace porque sabe que todo esto es
IrreVersible. Porque no queda otra. Es mucho más contundente un plan en 12
cuotas que cualquier plan de lucha. A la izquierda del gobierno solo se encuentra la vida
mercantil y sus mutaciones de las formas de vida.
Lo interesante de
la consigna lanzada por La Cámpora
es que es real. Pocas veces la política tiene estas lucideces. Por lo general, prima el voluntarismo. Tal vez quieren que esto sea irreversible y por eso
siguen militando. Lo cierto es que es irreversible a pesar de ellxs y de todxs.
Un efecto domino de inyección de plata y reconfiguración de esa plata se desató y no para. No hay dique de contención posible. Lxs pibxs, los runflas, lxs
inmigrantes son sujetos de transformación y lucha. No hay sociedad de control
que los detenga.
Mi amigo Diego
Luis me envía un wasap desde Argentinos. Sus hijas lucen hermosas en la foto
con remeras de La Cámpora
y sus dedos en V. Ellas entienden todo. Y principalmente entienden a Cristina: entre remeras, gaseosas, patys y pins le sacaron 400 mangos al padre.