No es la economía, es la política: Axel Presidente

por Juan Pablo Maccia


¡No es la economía, compañeros! Se trata de la política, sí. Pero esto no quiere decir, sólo, que la política tiene que dirigir a la economía, como cuando Néstor dirigía a Lavagna. Tenemos que llevar más lejos esta imprescindible enseñanza kirchnerista. Una economía no es liberal solamente a partir de la ideología de un ministro, ni deja de serlo por la contra-ideología de un presidente que lo conduce.

Tenemos que precisar el tipo de estado que se vuelve capaz de coordina políticas, de mandar sobre la economía. Menem, sin ir más lejos, mandaba sobre Cavallo. Cavallo solo pudo gobernar por la naturaleza de las políticas de Menem, que le hacían un lugar.

No, no es la economía, compañeros: es la política lo que cuenta.

Y si vemos lo que nos pasó durante el 2001, todo se nos volverá mucho más claro.  El problema de nuestra época es el del gobierno. El kirchnerismo descubrió, y nos toca ahora clarificarlo. El problema de la política es el del autogobierno de las masas.

Sí: el estado kirchnerista ha financiado estos años el autogobierno de las masas. Piénselo compa, y verá qué potente es esta idea: cada quien tiene su libertad, sus ambiciones y sus obsesiones. La política está ahí para financiar estas vidas. Resignificando desde abajo, desde un abajo plebeyo, la idea de libertad. No libre mercado, sino libre financiación de las vidas. En las condiciones en que es posible hacer esto.

Nuestro enemigo es el estado que viene después del 2015, el que va a intentar redirigir la política de nuevo hacia la economía, con ajustes, restricciones y pérdida de derechos. Para evitar lo peor tenemos que ser claro. Tenemos que encontrar un candidato presidencial capaz de imponer política a los mercados y defender este interfaz capaz de financiar nuestras libertades. ¡Un liberalismo desde abajo, popular y plebeyo!



Y para eso, tenemos que defender esta verdad esencial: no entregar la política. Quien haya seguido mi línea de pensamiento, podrá entender mis motivos para embarcarme en la campaña por la candidatura presidencial de Axel Kicillof. Si la negociación con los mercados se realiza desde la política, habremos inventando un nuevo camino. Axel Presidente: ¡tenemos línea!