Blancura en un solo lavado
por Rosa Lugano
Acción Urgente dice un cartel-bandera que
cuelga sobre el balcón que mira al Riachuelo y con el cual la Fundación PROA
intentó vestirse con una pancarta política. Sin embargo, la prolijidad del
espacio artístico es tal que el contraste se torna demasiado estridente. Más
aún cuando para entrar hay un minucioso control que implica desde dejar
carteras y mochilas hasta tener un sticker identificatorio. La muestra intenta
componer un “panorama latinoamericano de intervenciones artísticas en el ámbito
urbano” desde los ’90 hasta hoy y los grupos y colectivos invitados son bien
diversos y de lo más interesantes. Las feministas bolivianas de Mujeres Creando
exponiendo sus grafitis y su kamasutra patriarcal en formato historieta, el
Frente Tres de Fevereiro, Opavivará y Contrafilé! de Brasil, Clemente
Padín-Arte Correo y mujeres artistas en movimiento (mam) de Uruguay, Etcétera,
Iconoclasistas y Mujeres Públicas de Argentina, La Perrera de Perú, entre
otrxs.
Sin
embargo, las apreciaciones de los curadores Cecilia Rabossi y Rodrigo Alonso,
en las palabras escritas que presentan la muestra, están muy por debajo de la
historia de estos colectivos. E incluso generan ciertas dudas conceptuales.
Ellos
dicen que estos grupos hacen un cuestionamiento doble: “tanto a las
instituciones artísticas como a ciertas estructuras sociales, pero a diferencia
de las organizaciones militantes, alcanzan su momento crítico a través de
acciones poéticas”. Es un tanto extraña esta distinción tajante con las
organizaciones militantes cuando una de las singularidades de varios de los
colectivos invitados es que tienen una dimensión claramente militante y
activista en su práctica. Tal distinción debilita la caracterización del
funcionamiento de estas iniciativas que tienen justamente el plus de
performativizar la política y poner en cuestión las fronteras entre arte y
política, entre calle y espacio privado.
En el
texto de presentación del catálogo la moderación de la idea misma de la muestra
también chilla con frases como “Fuera del museo, pero respetando las reglas de
convivencia, los artistas toman los lenguajes de los medios masivos de
comunicación y la publicidad”. ¿Fuera del museo pero? ¿Respetando las reglas de
convivencia? Dos opciones: o la práctica callejera es despolitizada y
estetizada al punto de sacarle su potencia propia o nunca se vio a muchos de
estos colectivos en acción. Tomemos al menos algunos ejemplos. ¿Alguien que
conozca la radicalidad de Mujeres Creando puede pensar que no se trata de
acciones militantes? ¿O puede creer que este colectivo use un lenguaje que se
reduzca a la tradición del arte? Quien haya tenido la suerte de cruzarse con el
Frente Tres de Fevereiro y haya visto el documental sobre el asesinato racista
de Flávio Sant’Ana en San Pablo titulado Zumbi somos Nos –altamente
recomendable para la resaca del mundial: se puede ver acá:
www.frente3defevereiro.com.br– dudaría mucho de que no se necesite una
organización militante para ponerle el cuerpo a la crítica de la represión
policial.
Lo
mismo respecto del mapa de la República Ciruja que presentó Iconoclasistas
(www.iconoclasistas.net) que no puede sino abrir un problema sobre la economía
política de la basura y la organización ciruja que se resiste al nombre
políticamente correcto de “recicladores urbanos”. En este plano, es raro pensar
–como se sostiene en la presentación de la muestra– que “la acción es
afirmación de ciudadanía individual y apela a la participación del público
rescatando elementos de la cultural popular y masiva”.
Acción
Urgente puede ser un nombre muy atractivo como llamamiento y metodología pero
las paredes pulcras de PROA no logran ni siquiera zurcir virtuosamente un
entramado muy complejo de prácticas colectivas, momentos políticos y recursos
expresivos. Tal vez la idea de que se trata de “obras”, como se las presenta,
originales y espontáneas (sic), exhibe una ingenuidad política que ninguna de
las prácticas tiene.