El dolor y la rabia
por Subcomandante Insurgente Marcos
No se trató de un problema de comunidad, donde los bandos se
enfrentan enardecidos por el momento. Fue algo planificado: primero la
provocación con la destrucción de la escuela y la clínica, sabiendo que
nuestros compañeros no tenían armas de fuego y que irían a defender...
A las compañeras y compañeros de la Sexta :
Compas:
De hecho ya estaba listo el
comunicado. Sucinto, preciso, claro, como deben ser los
comunicados. Pero… mmh… tal vez después.
Porque ahora empieza la reunión con las
compañeras y compañeros bases de apoyo de La Realidad.
Los escuchamos.
El tono y sentimiento de su voz nos es
conocido desde hace tiempo: el dolor y la rabia.
Entonces se me ocurre que un comunicado
no va a reflejar eso.
O no en toda su extensión.
Cierto, tal vez una carta tampoco, pero
al menos en estas letras puedo intentar aunque sea un pálido reflejo.
Porque…
Fueron el dolor y la rabia los que nos
hicieron desafiarlo todo y a todos hace 20 años
Y son el dolor y la rabia los que ahora
nos hacen calzarnos de nuevo las botas, ponernos el uniforme, fajarnos la
pistola y cubrirnos el rostro.
Y ahora colocarme la vieja y ajada
gorra con las 3 estrellas rojas de cinco puntas.
Son el dolor y la rabia quienes han
traído nuestros pasos hasta La
Realidad.
Hace unos momentos, después de que
explicamos que habíamos llegado para responder a la petición de apoyo de la Junta de Buen Gobierno, un
compañero base de apoyo, maestro del curso “La Libertad según l@s
Zapatistas” nos ha dicho, palabras más, palabras menos:
“Claro te decimos compañero
subcomandante, que viera que no somos zapatistas hace rato que hubiéramos
tomado venganza y se hubiera hecho una matazón, Porque tenemos mucho coraje con
lo que le hicieron al compañero Galeano. Pero pues somos zapatistas y no
se trata de venganza sino de que haya la justicia. Así que esperamos lo
que nos van a decir y así vamos a hacer”
Al escucharlo sentí envidia y pena.
Envidia por quienes tuvieron el
privilegio de tener a mujeres y hombres, como Galeano y como éste que ahora
habla, de maestras y maestros. Miles de hombres y mujeres de todo el
mundo tuvieron esa fortuna.
Y pena por quienes ya no tendrán a
Galeano como maestro.
El compañero Subcomandante Insurgente
Moisés ha tenido que tomar una decisión difícil. Su decisión es
inapelable y, si me preguntan mi opinión (que nadie lo ha hecho),
inobjetable. Ha decidido suspender por tiempo indefinido la reunión y
compartición con los pueblos originarios y sus organizaciones en el Congreso
Nacional Indígena. Y ha decidido suspender también el homenaje que
preparamos para nuestro compañero ausente Don Luis Villoro Toranzo, así como
suspender nuestra participación en el Seminario “Ética frente al Despojo” que
organizan compas artistas e intelectuales de México y el
Mundo.
¿Qué lo llevó a esa decisión?
Bueno, los primeros resultados de la investigación, así como las informaciones
que nos llegan, no dejan lugar a dudas:
1.- Se trató de una agresión planeada
con anticipación, organizada militarmente y llevada a cabo con alevosía,
premeditación y ventaja. Y es una agresión inscrita en un clima creado y
alentado desde arriba.
2.- Están implicadas las direcciones de
la llamada CIOAC-Histórica, el Partido Verde Ecologista (nombre con el que el
PRI gobierna en Chiapas), el Partido Acción Nacional y el Partido
Revolucionario Institucional.
3.- Está implicado al menos el gobierno
del Estado de Chiapas. Falta determinar el grado de involucramiento del
gobierno federal.
Una mujer de los contras ha llegado a
contar que de por sí fue planeado y que de por sí era el plan “chingar” al
Galeano.
En suma: no se trató de un problema de
comunidad, donde los bandos se enfrentan enardecidos por el momento. Fue
algo planificado: primero la provocación con la destrucción de la escuela y la
clínica, sabiendo que nuestros compañeros no tenían armas de fuego y que irían
a defender lo que humildemente han levantado con su esfuerzo; después las
posiciones que tomaron los agresores, previendo el camino que seguirían desde
el caracol hasta la escuela; y al final el fuego cruzado sobre nuestros
compañeros.
En esa emboscada fueron heridos
nuestros compañeros por armas de fuego.
Lo que sucedió con el compañero Galeano
es estremecedor: él no cayó en la emboscada, lo rodearon 15 o 20 paramilitares
(sí, lo son, sus tácticas son de paramilitares); el compa Galeano los retó a
luchar mano a mano, sin armas de fuego; lo garrotearon y él brincaba de un lado
a otro esquivando los golpes y desarmando a sus oponentes.
Al ver que no podían con él, le
dispararon y una bala en la pierna lo derribó. Después de eso fue la
barbarie: se fueron sobre de él, lo golpearon y lo machetearon. Otra bala
en el pecho lo puso moribundo. Siguieron golpeándolo. Y al ver que
aún respiraba, un cobarde le dio un tiro en la cabeza.
Tres tiros a mansalva recibió. Y
los 3 cuando estaba rodeado, desarmado y sin rendirse. Su cuerpo fue
arrastrado por sus asesinos como unos 80 metros y lo dejaron botado.
Quedó solo el compañero Galeano.
Su cuerpo tirado en mitad de lo que antes fue territorio de los campamentistas,
hombres y mujeres de todo el mundo que llegaban al llamado “campamento de paz”
en La Realidad.
Y fueron las compañeras, las mujeres zapatistas de La Realidad quienes
desafiaron el miedo y fueron a levantar el cuerpo.
Sí, hay una foto del compa
Galeano. La imagen muestra todas las heridas y alimenta el dolor y la
rabia, aunque escuchar los relatos no necesita ningún refuerzo. Claro que
entiendo que esa foto podía herir la susceptibilidad de la realeza españolista,
y por eso mejor poner una foto de una escena montada con descaro, con unos
cuantos descalabrados, y que los reporteros, movilizados por el gobierno
chiapaneco, empezaran a vender la mentira de una confrontación. “El que
paga, manda”. Porque hay clases, mi buen. Una cosa es la monarquía
española, y otra los “pinches” indios alzados que te mandan al rancho de amlo
sólo porque ahí, a unos pasos, están velando el cuerpo todavía ensangrentado
del compa Galeano.
En palabras de un funcionario del
gobierno de Manuel Velasco: “nos conviene más que los zapatistas estén ocupados
en problemas creados artificialmente, en lugar de que hacen actividades a las
que llegan “güeros” de todas partes”. Así dijo: “güeros”. Sí, es
cómico que así se exprese el sirviente de un “güero”.
Cada que los líderes de esas
organizaciones “campesinas” ven menguar su presupuesto para las francachelas
que se otorgan, organizan un problema y van con el gobierno de Chiapas para que
les pague por “calmarse”.
Este “modus vivendi” de dirigentes que
ni siquiera saben distinguir entre “arena" y “grava”, se inició con el priísta
y mal recordado “croquetas” Albores, se retomó con el lopezobradorista Juan
Sabines, y se mantiene con el autodenominado verde ecologista Manuel “el güero”
Velasco.
Esperen un momento...
Ahora está hablando un compa.
Llora, sí. Pero todos sabemos que esas lágrimas son de rabia. Con
palabras entrecortadas dice lo que todos sienten, sentimos: no queremos
venganza, queremos justicia.
Otro más interrumpe: “compañero
subcomandante insurgente, no lo entiendas mal nuestras lágrimas, no son de
tristeza, son de rebeldía”.
Ahora llega un informe de una reunión
de los dirigentes de la
CIOAC-Histórica . Los dirigentes dicen, textualmente: “con
el EZLN no se puede negociar con dinero. Pero ya una vez detenidos todos
los que aparecen en el periódico, que los encierren unos sus 4 ó 5 años, y ya
después que se calme el problema se puede negociar con el gobierno para su
liberación”. Uno más agrega: “o podemos decir que hubo un muerto entre
los nuestros y ya queda empatado un muerto de cada lado y que se calmen los
zapatistas. Lo inventamos que murió o lo matamos nosotros mismos y ahí
queda solucionado el problema”.
En fin, la carta se alarga y no sé si
alcanzan a sentir lo que sentimos. De todas formas el Subcomandante
Insurgente Moisés me ha encargado que les avise que…
Esperen…
Ahora están hablando en la asamblea
zapatista de La Realidad.
Nos hemos salido para que acuerden
entre ellos la respuesta a una pregunta que se les hizo: “A la comandancia del
EZLN la persiguen los gobiernos, ustedes lo saben bien porque ya estuvieron
cuando la traición de 1995. Entonces ¿quieren que estemos por aquí para
ver de este problema y que haya justicia o quieren que mejor nos vamos a otro
lado? Porque todos ustedes pueden sufrir ahora la persecución directa de
los gobiernos y sus policías y militares”
Ahora escucho a un joven. Unos 15
años. Me dicen que es el hijo de Galeano. Me asomo y sí, aunque es
un jovencito, es un Galeano en formación. Dice que quedemos, que confían
en nosotros para la justicia y que se encuentre a quienes asesinaron a su
papá. Y que están dispuestos a lo que sea. Las voces en ese sentido se
multiplican, Hablan los compañeros. Hablan las compañeras y hasta
los niños dejan los llantos: ellas fueron las que reconectaron el agua, a pesar
de que las amenazaron los paramilitares. “Son valientes”, dice un hombre,
veterano de la guerra.
Que quedemos, ése es el acuerdo.
El Subcomandante Insurgente
Moisés le entrega un apoyo económico a la viuda.
Se dispersa la asamblea. Aunque
se alcanza a ver que el paso de todos es firme otra vez, y que hay otra luz en
su mirada.
¿En qué me quedé? Ah, sí.
El Subcomandante Insurgente Moisés me ha encargado que les avise que las
actividades públicas de mayo y junio se han suspendido por tiempo indefinido,
así como los cursos de “la libertad según l@s zapatistas”. Así que ahí lo
vean eso de las cancelaciones y demás.
Esperen…
Ahora nos dicen que empieza
arriba a alentarse el llamado “modelo Acteal”: “fue un conflicto
intracomunitario por un banco de arena”. Mmh… así que sigue la
militarización, el vocerío histérico de la prensa domesticada, las
simulaciones, las mentiras, la persecución. No es gratuito que esté ahí
el viejo Chuayffet, ahora con aplicados alumnos en el gobierno de Chiapas y en
organizaciones “campesinas”.
Lo que sigue ya lo conocemos.
Pero yo lo que quiero es aprovechar
estas líneas para preguntarles:
A nosotros han sido el dolor y la rabia
quienes nos han traído hasta acá. Si los alcanzan a sentir también, ¿a
ustedes a dónde los llevan?
Porque nosotros aquí estamos, en la
realidad. Donde siempre hemos estado.
¿Y ustedes?
Vale. Salud e indignación.
Desde las montañas del
Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente
Marcos.
México, Mayo del 2014. En el
año 20 del inicio de la guerra contra el olvido.
P.D.- Las investigaciones las está
conduciendo el Subcomandante Insurgente Moisés. Él estará informando de
los resultados, o él a través mío.
Otra P.D.- Si me piden que resuma
nuestro trabajoso andar en pocas palabras serían: nuestros esfuerzos son por la
paz, los esfuerzos de ellos son por la guerra.