Serie “Guerra por el consumo”: Metamorfosis
por Diego Valeriano
Todo se transforma a partir de la energía desatada por el
consumo. Nuestras formas de vivir quedaron inexorablemente afectadas para
siempre. Parecería que estamos ante un nuevo umbral de transmutación ante el
cual nuestros núcleos inestables se alteran en un proceso de adaptación
constante. En una inquebrantable vigilia, nuestros cuerpos se vuelven pequeñas
fortalezas de defensa y ataque.
Piquetero, ladrón de medidores de gas, puestero, operario en
Siderar, remisero. Somos todos
cuerpos superficiales en permanente metamorfosis. El que
profundiza pierde (aunque ya nadie pueda hacerlo).
El capitalismo runfla tiene la maravillosa virtud de la
luminosidad (bien de superficie).
Siguiendo la vieja lógica de lo que no crece perece, pero
modificando ciertos aspectos (tal vez los esenciales), los dispositivos
de guerra conectan rápido hacia el nuevo umbral, asimilando la crisis que sea.
Transa, mamá, alumna plan Fines, operadora de remis, chica por
hora.
La vida brota una y otra vez en la superficie, donde la luz y la
información se asimilan de manera veloz.
La transmutación constante nos habla de “momentos” como única
medida de tiempo.
Alumno, killer, mujer del pabellón, papá garrón, remisero,
prófugo, victima.
Fertilidad y metamorfosis como sinónimos, como otra forma de
decir “combate”.
Cuerpo y territorio cambiando sus estados materiales hasta
fusionarse uno en el otro por la acción del calor; química y vida linkeando nuevos umbrales.
Microguerras de los momentos que vendrán.