La nausea amarilla (I) - (güorkin progres)


Lo de ayer fue una catástrofe. Me arrepiento de mi voto a Filmus. ¿Cómo va a decir en su discurso que no maneja los “grandes medios”? ¿Qué le queda a las listas que en serio no manejan “grandes medios”? ¿Radio del Plata, Tiempo Argentino, CN23, Página 12, C5N, Crónica (por no decir canal 7 y Radio Nacional) no son grandes medios? ¿Y qué hacer frente a semejante balance: comprar Clarín, expropiar canal 13, inflar de guita a Miradas al Sur? Todo esto, en nombre de valores y militancias es sencillamente lamentable.


Me arrepentí de no haber votado a Pino, que por lo menos sigue hablando de un proyecto de país. O de no haberme quedado en casa, sin tribulaciones, leyendo, descansando y paseando. Ya sabíamos que las elecciones no son un momento político fuerte. Peor esto es demasiado. ¿Cómo el tipo va a decir "no teníamos los grandes medios a favor"? ¡Por Dios!. Porque eso es lo que dijo anoche, ¿lo escucharon?

Y ojo que lo escandaloso no es el resultado, sino esa falta total de realismo del universo kirchnerista, tanto durante la campaña como en el olvidable discurso de anoche. Los únicos militantes son ellos. Los únicos territorios son los que ellos caminan. Los únicos que no están con la dictadura son ellos. Ahyyyyyy.

Habrá que ver la nueva composición del mapa de la capital para empezar a evaluar la magnitud del desastre. Pero un dato lo pinta todo: luego de las asambleas dosmilyuneras y de los CGP progres, ahora tendremos mayorías macristas en las 15 comunas. Apasionante, ¿no?

¿El kirchnerismo se equivocó al creerse su propia fiesta? Y ahora que la fiesta vino para quedarse, ¿será bailada por sus verdaderos dueños? Dado que ponen la soja, ¿ponen ahora también los globos?

Si una idea estuvo ausente anoche es la de construcción, asociada al cambio. Ganan los “oficialismos”, certifican los analistas. Y las nuevas militancias de aparato felices con la constatación. Y encima, es cierto que Macri expuso más “drama” que Filmus. Tiene una historia que contar que va desde su papá rico a la presidencia de Boca (la fiesta de anoche fue un velorio gallina, una revancha bostera tout court), de la amenaza de juicio político a la metropolitana, del juicio político y la causa penal a la duda sobre si convenía candidatearse a la presencial o a la defensa de su gestión en Ciudad, de su mujer nueva a su nuevo embarazo. Y el drama cotidiano de tener que decir unas pocas palabras de modo fluido (y ni hablar del baile).

Pero, Filmus no tuvo densidad personal ni para sumar capas ante tan plano adversario. Su candidatura brota de una nada épica competencia encuestológica sometida a estricta interpretación presidencial. Se nos dice que en la presidencial aparecerá Cristina con todo, y eso es de esperar. Aunque ahora sabemos que Macri también sabe esperar.

Se nos reprocha mezquinamente que no debíamos tener expectativas. Pero es que justamente lo que enoja es que no las había. Se nos alecciona sobre la tradición (supuestamente reaccionaria) de la capital. Pero es que ¿realmente creen que el voto en Córdoba será muy diferente?. ¿Y el de Scioli en Provincia? ¿Y el de Vudú en Nación? Si alguien pude festejar realmente ese es Artemio. Si hay alguien enviando señales estos días ese es Verbitsky (del sábado previo a las elecciones, con su notable entrevista a Vudú).

Si algo podemos hacer es organizar la resistencia no-kirchnerista al macrismo. Antes y después de la segunda vuelta. Espero que ahora se abra un debate en serio sobre las razones de un (electoralmente potente) populismo de derecha, capaz de representar sueños de muchos porteños (¿y argentinos hacia el 2015?) con una idea completamente canallezca de fiesta, de inclusión, de sueño de reconciliación. (D.S.)