Revolución: Manual de instrucciones


Este artículo puede no responder a sus expectativas.
Las variaciones en la presentación y contenido
no son responsabilidad del fabricante.
Pilas, motivación y tornillos, no incluidas en el set.

ATENCIÓN:
Acaba usted de obtener un artículo colectivo de creatividad social concentrada.



La revolución no tiene instrucciones,
en caso de duda
actúe con responsabilidad.
Artícule colectivamente espacios para el debate y para la decisión.
No persiga controlar para evitar ser controlado.
No todo el mundo querrá hacer una revolución.
Una los extremos y descarte siglas.
Deje el resto actuar,
únase a la fiesta.
Los dulces primeros momentos
es importante abrazarlos
y sentir el amor compartido.
Las siguientes jornadas puede usted colaborar haciendo lo que mejor se le antoje y se le de:
hablar con la gente,
ir a por agua,
pegar carteles,
escribir poemas,
difundir entre sus amistades,
llamar y expresar por radio...
Esos días quizás no llegue a sentir nada desagradable pues se antoja lo imposible como real, puede usted incluso desearlo todo.
Recuerde comer,
dormir entre asambleas,
llamar a su familia,
regar las plantas...
Puede estar usted pensando en que este halo de imprevisibilidad alcanzó al resto de su ciudad, del mundo entero, pero cuando salga del metro y vea que en su no-céntrico barrio todo sigue igual, respire acompasadamente y dese cuenta de la magnitud de la empresa revolucionaria.
STEP 2
Compruebe el aburrimiento a su alrededor.
Deseche los malos humores y la sensación de ansiedad. Nada está saliendo como usted pensaba.
Vuelva al foco revolucionario,
pase unas horas recargando el ánimo,
compruebe que nada fue un sueño,
que las caras no son las mismas
y que sigue llegando gente.
Comparta honestamente sus sensaciones, sus percepciones. Aléjese de análisis no sentidos, de agoreros, de expertos...
Deje que todo fluya, recupere la sensación de los anteriores días.
Finalmente reflexione,
¿qué puede hacer usted...?

Ramón F. Prada, Madrid, 28 de mayo