¿Quién puede frenar una tanqueta de la Federal? // Diego Valeriano
Los pibes que miran
mal, las turras con esos shorcitos, los guachines que se escapan y nadie busca,
los amanecidos que cagan a piedrazos un patrullero a la salida de Jessy, las
pibas que salen a la noche a pesar de todo esperando poder vengarse, los que
ranchan, los gedes sin edad ni dientes ni promesas.
Los que no tienen
mirada crítica, ni leen, ni especulan, ni dudan, ni postean, ni nada. Los que se
hacen cargo de las provocaciones, los eventeros, las que van porque hay que ir,
los limpiavidrios, los que no marchan con ATE, las que odian que les llenen las
horas con talleres, los que se funden en otros mirando las estrellas en Huracán,
los que saben que siempre es más peligroso quemar un patrullero que pensar, las
que le hacen la segunda a los que toman la escuela, las que no necesitan ni
piden explicaciones, los que no quieren trabajar.
Las que marchan por
el plan y a la primera de cambio se esconden a fumar, los que ya están dando la
batalla en una esquina de Paso del Rey, los que transan, las que viajan, las
que ni se cansaron en Olavarría, los que
cuando superan en número a los de la local los arrebatan, los que pincharon a
Esteche, las que odian los nenes que cuidan,
los que venden plantas, las que
cuando el profe habla de Maldonado están mirando el Instagram, los que descubrieron a la Gendarmería hace
mucho, las que trabajan en la calle del Cementerio de Morón, los oportunistas, las
que construyen confianza y ahí, justo ahí, se chorean la caja y no vuelven
nunca más.
Pueden frenar la
tanqueta de la Federal porque son los verdaderos enemigos de Macri, porque
rompen la normalidad careta, porque saben desde las tripas quién es el enemigo,
porque no opinan ni tienen discurso, porque nadie los conduce, porque encienden
batallas en lugares inconcebibles, porque no dan tregua, porque tienen muertos,
porque van por atrás, porque ante todo son una fiesta.