La política que te re donda

por Juan Pablo Maccia


La vida no se detiene en el verano, aún si se atonta bastante. Signo de relajamiento, sin dudas, es el desplazamiento a las playas y a las bikinis como escenario privilegiado de los temas políticos. Mar del Plata, Cariló y Pinamar siguen siendo –junto a las playas uruguayas- los tópicos dominantes.

Odio tanto las generalizaciones –siempre injustas- como la vida en el mar. Me repugna la vida de balneario y que me desvivo durante el período estival por zafar de la boludizacion que tiende a cubrirlo todo.

Por suerte, cada tanto, aparecen temas serios, en general internacionales –no siempre: el ataque al cuarte de La Tablada fue un 23 de enero, es decir, se cumplieron ya 24 años-, como la avanzada negociación con Irán para juzgar a los posibles autores de los dos atentados –al edificio de la Amia/Daia, y a la Embajada de Israel.


En fin, no es cierto que el calor lo recubra todo de una pátina de banalidad incurable: está allí la conmovedora renuncia del Papa, hombre que se ha quedado sin las fuerzas necesarias para seguir con su santo oficio. A último momento abandonado de la indispensable compañía divina, el destino de Ratzinger nos muestra la condición frágil de la condición teológica en nuestros tiempos, en que la fe más sublime se ve atravesada por la contingencia, impensada.

Tengo entre mis principios el no entrar en contacto cercano con gente que ama descansar en la costa del Uruguay. Efectivamente, detesto tanto Punta del Este (por razones tanto ideológicas como impositivas) como Barra de Valizas (por cuestiones sobre todo estéticas). Lo cierto es que ambas corrientes turísticas hacia el paisito se mezclan más de los quisieran en las aduanas y las lujosas naves de Buquebús. Lección esta que debió soportar esta vez el pobre Kicillof. El videíto es bastante cómico, gentileza del diario que mejor cubre los culebrones de verano.

Lo que me apena de Kicillof no es el mal rato que debió sufrir en familia. Tampoco la cobardía menor de una manga de radicales sin partido (me refiero a la desafortunada desaparición de la Unión Cívica Radical, que daba representación y modales a este sector de las clases medias y pudientes), sino el simple hecho de ver cómo se confirma la ley de hierro según la cual un personaje del que sabemos que sólo sabemos que es cualquier cosa menos un boludo queda reducido a su mínima expresión por la irrefrenable pasión estupidizante inherente del verano. (Nota al pie: el mismo diario La Nación, que se dedica a cubrir los chanchullos playeros desperdició, a propósito del affaire Kicillof, de aleccionar a sus lectores en el respeto a la sobriedad que tanto exalta, y con razón, en el presidente Mujica).

En la costa argentina las cosas no mejoran, no vayan a creer.  Ahí están las fotos del mes de enero con Humberto Tumini junto a Victoria Donda y Prat Gay. ¿Leyeron la entrevista que da, orondo, el ex militante del ERP a nuestro diario de chimentos estivales? Imperdible! Les doy sólo una pizquita para que se animen y lo busquen por ustedes mismos:

De los dirigentes montoneros o los del ERP no se enriqueció ninguno. Lo que hicieron después ya son decisiones individuales. No es el caso de La Cámpora, que tiene dirigentes que buscan mejoras materiales”. Y luego: “Sí. Queremos constituir una nueva mayoría en la ciudad con Prat Gay, Donda, Gil Lavedra y Estenssoro”. Una joyita. Entren y lean.

Claro que no quiero regodearme con el pobre de Tumini, víctima de fuerzas enemigas superiores que lo entrevistan en pleno entretenimiento y lo editan como quieren. Nada de eso. Lo que realmente deseo es detenerme en la foto que se publica junto con la entrevista (véanla para poder seguir). ¿Qué se ve ahí? Un par de buenas tetas pertenecientes a la legisladora Donda. Y es precisamente allí donde deseo detenerme.

Rápido y cachondo, el gran compañero Chino Navarro le espetó a los dirigentes del FAP: "Estamos hablando de chicos muertos, no estamos hablando de una cuestión de consignas ni de declaraciones poco o mucho felices y realmente viendo lo que ocurrió en los últimos días, donde se vio a la diputada (Victoria) Donda hacer campaña como si fuera una vedette. Me parece que hoy Tumini está más cerca de un proxeneta que de un dirigente político".

No podemos dejar pasar así como así estos dichos, aunque no vamos a caer sobre un compañero acorralado por el calor. Va de suyo que las preocupaciones que deben ocupar a un dirigente de su peso territorial están más cerca de la interna narco-policial rosarina (y no sólo) que de responder cada declaración insolada que publique ese folletín veraniego que venimos ojeando. Así que vamos a olvidar la mala pasada del morocho de peso y curiosos anteojos de intelectual porteño, y vamos a mirar fijamente a la camarada Donda y a reflexionar un poco sobre su figura.

¿Qué piensa Donda?

En una entrevista reciente vierte definiciones substanciosas: “Cuando se votaron cuestiones económicas, el PRO, el PJ disidente y una parte de la UCR fueron con el oficialismo. La línea divisoria es entre los que quieren mantener la pobreza para mantener el poder y los que queremos llegar al poder para terminar con los pobres”. El Chino y Kicillof, cuando logren zafar, deberían enfrentar estas afirmaciones.

Volviendo a la foto, se lo ve triunfal a Tumini al lado de la piba. Hay algo perverso en ese vínculo (conste que el desafortunado episodio con el Chino me previene de los errores de apreciación a que podrían llevarme los cosquilleos que la diputada intenta despertar entre sus observadores). ¿Es linda Donda? Las aguas se dividen. Los comentarios de vestuario le son favorables (por zarpada). Sin embargo, hay quien reacciona mal a sus provocaciones ("que alguien le avise a Donda que no está buena"). Sin embargo, no es ahí a donde quiero ir ahora. Sino a la sospecha que el “padrino” Tumini ostenta una oscura influencia sobre la compañerita.

¿Cómo piensa el descabellado “comandante”? Para derrotar al kirchnerismo hay que enfrentarlo, y quien se constituya como opositor se beneficiará con el apoyo de fuerzas disímiles, hoy desorganizadas. La fotografía en cuestión nos anticipa la formación prevista: un economista neoliberal y una jovencita nada inocente abanderada de los derechos humanos.  

Pero, ¿se pude enfrentar al kirchnerismo en el terreno de los derechos humanos? Escuchemos de nuevo a Donda:

El Gobierno reivindica los Derechos Humanos. pero de hace 30 años. Estoy absolutamente de acuerdo con los juicios a los militares. Memoria verdad y justicia son las banderas que no voy a bajar jamás. Ahora, mi mamá no peleaba para que sus asesinos estén presos. Mi vieja peleaba para que no haya ningún pibito con hambre y en este país hay 700 mil chicos que no pueden comer”.

Véase la calidad de la declaración. Donda no es como “otros” pibitos recuperados. No es el bobalicón de Cabandié et al: “La revolución no se lleva en la sangre. No por ser hijo de desaparecidos, ni porque naciste en un centro clandestino, sos buena persona per se. Porque eso está instalado. Sos hijo de desaparecidos y tenés un aura. Yo me fui de mi casa a militar antes de saber que era hija de desaparecidos”.

Esta confrontación se reeditó durante el célebre “asadito” que se mandaron los muchachos del ministerio de justicia en la Esma y que a la camarada que-no-es-sólo-gomas le revolvió –según declaró a medios públicos– el estómago. "Victoria ‘Tonta’ bebió sorbo a sorbo la ideología y el odio de sus apropiadores", le respondió al toque Luis Delía, otro exponente del conurbano huérfano de toda caballerosidad.

Si algo duele, es el modo en que se maltrata a los cuadros jóvenes, con lo que cuesta formarlos. Donda no es tonta, ni inocente tampoco en el modo en que exprime su osado perfil público: “siempre fui así. No es que para la campaña empezamos a explotar, para ser bien gráfica, que tengo escote generoso. Por qué tengo que hacer un afiche con camisa y traje cuando no soy yo. Y decimos "vamos a portarnos mal" como un juego con una canción de Calle 13 que dice "vamos a decir lo que nadie dice, vamos a hacer lo que nadie hace”.

La palabra “mal” no se cae nunca de la boca insinuante de la compita: “para mí está mal que Duhalde reivindique a la dictadura militar. Está mal que se arme un frente anti Kirchner que junte a De Narváez y Alfonsín. Esta mal que el FPV se arrogue el mote de progresista”. Se ve a las claras que la enseñanza del “pelado” Tumini han calado hondo: no hay mal uso de los recursos cuando se los dispone en función de una estrategia del tipo “bien mayor” que, va de suyo, lo justifique. ¡Cuándo no! La manipuladora generación de los setentas y sus cuadros experimentados siguen haciendo, aquí y allá, de las suyas.