A 10 años de 2001 (tan lejos y tan cerca)

Es Super Saqueo
por La Yudi

Andábamos buscando el quibombo, recorrimos como tres y nada. Cuando llegamos a calle Don Bosco ya habían entrado al Superama.

El primero que vi salir era un gurí como de 12 años, llevaba una botella de las grandes de Shandón en una mano y en la otra un radiograbador. Corrió con su mamá y le dijo - lleva esto, ahora voy por más.


De allá atras venía cayendo más gente así que nos metimos al toque pa’dentro. Estaban los pasillos todos embarrados con leche, yerba, arroz, detergente, azúcar, coca cola, en fin, un chiquero de cosas que se caían en el arrebato de la gente.

Lo primero que se vació fue la sección de electrodomésticos y alcohol. Después el resto.Una señora como de 70 venía gritando -me muero me muero-, la fuimos a socorrer pero la cabrona no quería soltar las bolsas.

En la parte de las bodegas se habían trepado unos morocos y tiraban cajas desde arriba y hacían cadenas tipo albañil los guachos.

Yo me agarré un licor de huevo para regalarle a mi abuelita porque había sido su cumpleaños y no le había podido dar nada.

Cuando salimos afuera apareció una camioneta de la cuarta con unos canas de civil que se llevaron un frizer de los grandes y no sé que más porque nadie los quería mirar. Dice que los había mandado el mismo comisario. Nos fuimos a esperar en la esquina a que llegara el Charly y en eso nos enteramos de que había unos malandrines que estaban esperando a la banda para quitarle las cosas, antes del arroyo, así que fuimos p’ahí. Eran cinco de los cuales conocía a dos: El peco y el Falopa. Estaban todos re de la cabeza y cocos. Decían que estaban cobrando peaje nada más y que eran los de seguridad por si caía la federal o la prensa, según el caso. Atracaban a todos los que venían cargados y sin mucho trámite como si fuera cualquier vieja del centro. Los más vivos se safában proponiendo canjes y charlataneando. Otros aflojaban y se volvían pa’arriba. Fumamos unas cuantas secas y no les pagamos el peaje. Cuando volvimos al súper habían hecho un agujero a la pared del costado del tamaño de un lavarropas, no sé por qué. Estaban los de canal 11 y me lo encontré a Camello, él me contó que habían venido unos en una camioneta con el logo de verdulerías “La Huerta”, a chorearse un exponedor, -de esos que son como estantes pero en frío; bueno la cosa es que alguien avisó y los escracharon. Va salir en la tele hoy. Por eso yo mejor me voy así lo veo-, en eso me toca bocina el Negro que andaba en la moto. Me acerco al cordón y me dice, -por la escuela hogar andan a los tiros, suspendieron los partidos en el club, vamo'al wolmar a ver que pasa- Vamo, le digo y nos fuimos.

Había dos cordones policíacos, uno en todo lo que es el morro para al lado del barrio Humito, de la federal y otro de seguridad privada arriba protegiendo los vidrios.

No se podía entrar, pero la gente tiraba piedras y prendía fuego, así que los mismos guaruras empezaron a largar cosas de adentro, sobre todo comida y boludeces. Pero ya se estaba haciendo de noche y ahí apestaba así que le dije al loco que nos fuéramos. En la costanera estaba todo tranquilo. Pero cuando quisimos subir por San Juan nos paro un chebi para decirnos que doblemos porque había tiros. Que la policía andaba matando gente a si que nos fuimos a la Verga por...no me acuerdo por cual y atravesamos la ciudad por Carbó. Cuando llegué a casa prendí la tele en canal 11 y como a las 9 casi me muero de la risa. Aparece el Camello didciendo que -qué bueno que llegó la prensa para que se vea quienes son los ladrones-...y en la campera se le notaba a la legua la botella de wisqui que traía cargando.